
Compramos una lavadora nueva hace unos meses cuando la anciana levantó una bandera blanca y dijo: ‘¡Ten piedad, ya no puedo tener pelo de perro!’ El caso es que, tan sofisticado y germánicamente robusto como el nuevo, no soy un fan; es demasiado vanguardista y blanco, con demasiados botones intermitentes y mensajes digitales, ninguno de los cuales entiendo.
Nuestra nueva lavadora me hace pensar, irracionalmente, en etiquetas de diseñadores extravagantes, dientes demasiado blanqueados y risas metálicas y forzadas. Se trata de tomar selfies haciendo pucheros “mírame” frente a una puesta de sol en una playa tropical. Es presumido y necesitado y se emociona mucho con menos “me gusta” de lo habitual y los días con mal cabello. Tienes que estar muy ocupado atrayendo ropa limpia para reunir la paciencia y el ingenio para encenderlo, e incluso entonces podría provocar un ataque de silbido y negarse a obedecer sin razón conocida. Decidí volar a una isla tropical y dejarlo en la playa; cuando no haya nadie para mirarlo, admirarlo, aunque le moleste, simplemente dejará de existir.
Por favor, que alguien me indique la dirección de los electrodomésticos simples y bondadosos y que me libre de aquellos con trastornos de personalidad narcisista.
ingredientes (sirve 4-6)
250 g de hojaldre
2 cucharadas de mostaza Dijon
Lata pequeña de pasta de tomate
2 chalotes, finamente picados
70 g de gruyere rallado (o cualquier queso duro)
6 aceitunas negras, en rodajas
6 filetes de anchoa, cortados en trozos pequeños
Sal marina, pimienta negra recién molida
Pimenton
Ramita de romero fresco
1 yema de huevo, batida
Aceite de oliva
Coloque la masa quebrada sobre una superficie plana y extienda la mostaza y luego la pasta de tomate de manera uniforme. Distribuya los demás ingredientes uniformemente sobre la pasta de tomate, sazone, retire el romero de la ramita y espolvoree la superficie. Estirar con cuidado la masa quebrada y pincelarla con la yema batida. Precalentar el horno a 180°C. Metemos el rollo en el congelador durante unos 15 minutos, lo retiramos y lo cortamos en rodajas finas de aproximadamente 1 cm de grosor. Disponer los trozos cortados en una placa de horno, engrasada con un poco de aceite de oliva. Cocine por 12 minutos, hasta que estén doradas. ¡Delicioso servido frío o caliente!
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The Healthy Epicurean